Barcelona. (EUROPA PRESS).- La emblemática pastelería Escribà de Barcelona afronta la última fase de las obras que han permitido incorporar una parte del obrador a la tienda para que los clientes puedan ver el proceso de elaboración artesanal de los dulces, y que han supuesto un coste de 200.000 euros. "Hacemos cosas que son muy bonitas de ver y es una lástima que el cliente se lo pierda", ha explicado Christian Escribà, que representa a la cuarta generación de la familia pastelera.

La vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, ha visitado este viernes el obrador acompañada de los profesionales gastronómicos Carles Abellán y Albert Adrià, y todos han mantenido una reunión en la que Escribà ha aprovechado para pedir que la Generalitat elimine trabas administrativas al empresariado. "Tenemos muchas peticiones nacionales e internacionales de gente que quiere aprender de nosotros, pero no podemos hacer frente a los gastos de sueldos y seguridad social", ha explicado Escribà.

El pastelero ha señalado que recibe solicitudes procedentes de Suecia y Estados Unidos, y ha destacado el papel de los aprendices extranjeros: "Son los mejores embajadores que puede tener Catalunya, lo que se traduce en turismo e inversión". Ortega ha reconocido la capacidad emprendedora de la gente que "pone el nombre de Barcelona y Catalunya en el mundo", como es el caso de la pastelería Escribà, a la que ha puesto de ejemplo por sus 106 años de historia. La vicepresidenta ha asegurado que la "prioridad" del Govern es promover el empleo, por lo que ha señalado que la Generalitat facilitará los trámites administrativos.