El olor a chocolate puro invade la trastienda de Les Delicides d'en Joel, una pastelería de Sant Boi donde la personalización de productos hechos con chocolate es su especialidad. José Antonio, pastelero de toda la vida, nos descubre las particularidades del mundo chocolatero.

¿Cuándo empezaste a trabajar como pastelero?

Mi familia está ligada al mundo de la pastelería desde hace dos generaciones y yo llevo de pastelero toda la vida. Antes me dedicaba al servicio industrial de pasteles, con un gran volumen de trabajo, pero ese sistema ya ha desaparecido. Lo han asumido las grandes empresas con grandes maquinarias, se ha industrializado. Por eso, lo que funciona ahora es la especialización.

¿Por qué? 

Este negocio lleva 14 años, pero hace 5 que cambiamos el chip. No se puede competir con los grandes almacenes o las cadenas de alimentación. Apostamos por trabajar con una materia prima de calidad, diferente al resto. Nuestra materia es el chocolate.

Háblanos del mundo chocolatero...

En España no hay cultura de comer chocolate, y por lo tanto en el mercado hay una importante carencia de chocolates de calidad. Nos falta mucho por recorrer si nos comparamos con Francia, Italia o Suiza. He estudiado mucho el mundo del chocolate y hay gente que cree que ya lo sabe todo. Y siempre es necesario seguir aprendiendo. El chocolate se sigue cotizando a la alza, es un alimento de calidad.

¿Dirías que es un producto de lujo?

No, el mundo del chocolate es peor que el de los vinos, hay muchas especialidades, miles de tipos...En Suiza, por ejemplo, todas las pastelerías venden tabletas de 100 gramos de chocolate "criollo" por 7 u 8 euros. Aquí eso es impensable.

¿Cuál es vuestra especialidad en Les Delicies d'en Joel?

Para empezar, yo no creo en el pastel barato porque la materia prima que ofrezco es de calidad. Nos adaptamos a lo que necesita el cliente, hacemos marcos de chocolate con foto, regalos de chocolate para empresas, todo muy artesano...Queremos ser un referente en el mundo de la pastelería, en Sant Boi y fuera.

¿En qué se diferencia Les Delicies d'en Joel de otras pastelerías de Sant Boi?

No creo en la competencia. Si hubiera cinco pastelerías en esta zona, trabajaríamos los 5 más, ofreciendo productos diferentes para todos los gustos. No puede ser que los ciudadanos de Sant Boi tengan que salir de la ciudad porque no encuentran aquí lo que quieren.

¿Cuál crees que es el problema?

Primero, que en Sant Boi no se comunica bien. Yo soy pastelero pero también tengo que moverme, hacer de relaciones públicas para dar a conocer lo que hago.

¿De qué manera te dejas ver en Sant Boi?

Participo en todo lo que puedo. Encuentros con el gremio de pasteleros, en la Carxofada de Sant Boi, en la Feria de la Purísima,...

¿Cuándo te sientes más satisfecho con tu trabajo?

En las fiestas de cumpleaños siempre digo a las madres: si un pastel está bueno, los niños se lo acaban. No es lo mismo utilizar natas vegetales y productos sucedáneos a materias buenas, por eso mis pasteles la gente se los come con gusto. Cuando servía pasteles de novios para bodas, la referencia era que los invitados dejaban los platos limpios.

"El chocolate se sigue 
cotizando a la alza, es
 un alimento de calidad"

¿Cuál es tu referente en pastelería más cercano? 

Carles Mampel dirige la pastelería Bubó desde el obrador en Sant Boi. Para mí es el mejor pastelero de España. No le puedo seguir ni en una conversación, porque me "tumba", me pierdo con él y todo lo que sabe.

¿Cuál es vuestro siguiente proyecto?

Nos falta renovar la tienda, convertirla en una tienda de lujo, a la altura del producto que ofrecemos, el chocolate. Ya hemos renovado el packaging con nuestros colores corporativos y un buen nombre, porque creo mucho en el poder de la imagen del producto.